Tras el revuelo que causó nuestra aparición, a principios de diciembre del 2023, no estaba claro hacia donde íbamos, pero tras los festivos y descansos de final de mes hemos visto claro que era necesario PROMOVER una nueva organización ecologista, nuestro objetivo como Ecologistas Indignadas.

El motivo fundamental son las amenazas que se ciernen sobre el planeta y nosotras mismas y la indignación que nos produce la pasividad, las inútiles cumbres climáticas, la transición energética del capitalismo verde, y la degeneración burocrática de organizaciones ecologistas que nacieron precisamente para enfrentar estas problemáticas y hoy viven financiadas por quienes nos conducen al abismo.
Sin organización las posiciones críticas se diluyen, se pierde lo aprendido, se desaniman quienes luchan por los escasos resultados de su esfuerzo.
Sabemos que son necesarias redes solidarias y resilientes para el decrecimiento, que es necesaria la lucha contra la burocratización del ecologismo y para ello son imprescindibles nuevas organizaciones. Ecologistas Indignadas es lo que podemos aportar para colaborar con cuantas personas u organizaciones encontremos en el camino.

Impulsamos un proceso constituyente

Salimos a la luz con el año nuevo iniciando al tiempo la búsqueda de alianzas, y/o acuerdos previos, que nos lleven a un Proceso Constituyente . Durará lo que sea necesario, pero sin pausa, haciendo aquello para lo que nacemos y teniendo en cuenta lo aprendido. Es imposible dar ahora los detalles de como se hará en concreto, pero como Ecologistas Indignadas proponemos:

1. Crear una organización horizontal según la distribución de las personas y grupos por el territorio.
2. Adoptar la formula legal y estatutos de una Federación de Asociaciones donde quepan personas individuales y grupos.
3. Crear un Reglamento Interno que haga horizontal la federación aportando garantías y transparencia. Los estatutos necesarios para la legalización están diseñados para ser verticales, pero nosotras no.
4. Priorizar los grupos de trabajo para que muchas seamos capaces de realizar las tareas que requiere el colectivo.

Todas hemos visto como se malversa o destruye el bien común por organizaciones y personas cuya labor es defenderlos y desarrollarlos. Para que no suceda otra vez nos comprometemos a:

• Que los recursos comunes sean de todas las socias. El acceso y uso dependa solo de la voluntad y necesidad de usarlos con la única condición del aprendizaje necesario.
• El presupuesto esté distribuido por el territorio, a semejanza de nuestra distribución territorial. La aportación a los recursos comunes será el acto voluntario necesario para el cumplimiento de los acuerdos, nunca una imposición.